La baja posibilidad de reinserción social y la alta tasa de reincidencia de quienes egresan del sistema penitenciario forman parte de la «crítica» situación de las cárceles de Uruguay, un país en el que una de cada doscientas personas se encuentran privada de libertad.
Así lo indica durante una entrevista con la Agencia EFE la directora ejecutiva de Amnistía Internacional en el país sudamericano, Lucía Pérez Chabaneau, quien asegura que Uruguay entró en un círculo complejo para el que se necesitan medidas generales e integrales.
«El sistema penitenciario es un asunto importante dentro de la seguridad pública, pero solo una arista y que requiere un esfuerzo político y social muy grande para revertir esta situación», detalla.
El último informe anual de AI hizo hincapié en las condiciones de reclusión que se afrontan en las cárceles uruguayas, las que describió como «inhumanas».
«Las cifras de encarcelamiento sin precedentes provocaron hacinamiento y unas condiciones penitenciarias inhumanas», detalla el texto.
No obstante, Pérez Chabaneau sostiene que actualmente se están llevando a cabo diálogos «que evidencian la preocupación de distintos actores parlamentarios, instituciones estatales y de la sociedad civil».
Finalmente, apunta que AI se encuentra trabajando en medidas alternativas a la privación de libertad, aunque se aplicarían en casos concretos como el de las reclusas con hijos a cargo: «Habría que hacer un análisis de las penas, la peligrosidad y numerosos elementos a tener en cuenta», destaca.
Con información de EFE
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