Las fuerzas militares de Colombia aumentaron el lunes su presencia en el noroeste del país ante la inminencia de un paro armado, que restringe la movilidad de los pobladores bajo amenaza, ordenado por la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN) a partir del martes.
Más de 1.500 uniformados del ejército y la armada se desplegaron en el departamento de Chocó, donde el ELN y el Clan del Golfo —el cártel activo más grande del país— mantienen confrontaciones desde hace dos semanas por la disputa del control de ese territorio que es clave para el transporte y la comercialización de cocaína y otros ilícitos por contar con una salida hacia el océano Pacífico.
Las confrontaciones han provocado el desplazamiento forzado y el confinamiento de al menos 1.600 personas, según la estatal Defensoría del Pueblo, que también alertó de la presencia de minas antipersona cerca de casas y escuelas.
NOROESTE DE COLOMBIA VIVIRÁ PARO ARMADO
El ELN advirtió durante el fin de semana que impondría un paro armado desde la madrugada del martes hasta el viernes para visibilizar la supuesta “connivencia entre fuerza pública y paramilitares”.
La guerrilla señaló a los militares de coordinar con el Clan del Golfo sus movimientos para “evitar la confrontación armada”, según detalló en un comunicado fechado el sábado.
Por su parte, el Ejército señaló al ELN de buscar constreñir a la población civil con el paro armado para facilitar sus actividades ilícitas.
El gobierno del izquierdista Gustavo Petro suspendió desde enero la mesa de diálogos de paz con el ELN, en armas desde 1964, a raíz de una ola de violencia que ha dejado más de 60 muertos y 50.000 desplazados en el Catatumbo, al noreste del país, donde esa guerrilla mantiene confrontaciones con una disidencia de la extinta guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Información: AP
Foto: Agencia
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