El cantautor carabobeño, Luis Golding, presentó recientemente su primer EP Cambiar el Trazo, en Escenario Lounge Bar de Valencia, donde ofreció un espectáculo especial que incluyó el estreno del videoclip de Girasoles.
Durante una visita a Radio América, el artista explicó que hace un par de meses arribó a Venezuela para mostrarle a la tierra que lo vio nacer el resultado de lo que se creó en Lima, de la mano del guitarrista y productor Raúl Ramírez.
Aunque se graduó de publicista, Golding siempre supo que su destino estaba ligado al arte. De pequeño fue un niño extrovertido, que siempre participaba en las obras escolares y los eventos musicales. Ese camino lo llevó a concursar en La Voz Andiep y La Voz Liceísta, aunque más adelante hiciera una pausa para estudiar mercadeo.
Cuando emigró a Perú, en pleno 2013, su destino empezó a llamarlo. Acudió al concurso de canto más importante de ese país, La Voz de Perú, y logró avanzar varias rondas que le dieron la seguridad que necesitaba para decidir hacer música por su cuenta. De ese modo, lanzó su primer sencillo Te digo adiós, entre otros temas.
La Cuarentena y las primeras grabaciones
Algunos años después, Luis Golding abrió La Cuarentena, un café donde varios músicos tuvieron la oportunidad de mostrar sus talentos. Allí conoció a Ramírez.
«Un día fue un guitarrista a acompañar a una chica que iba a cantar y me encantó. Le pedí su número y hoy es mi productor y mi socio musical», comentó.
Ambos permanecieron haciendo música, a manera de catarsis de todas las vicisitudes de la pandemia y de sus vidas personales. Después del cierre de La Cuarentena, decepciones amorosas y otras heridas del alma, Luis había impregnado un mundo de emociones en varias canciones y se dio cuenta de que necesitaba más. «Un día le dije a Raúl: ya tenemos varios temas y creo que es momento de lanzar un disco», relató.
Cambiar el Trazo cuenta con siete piezas diversas que exploran distintos géneros como el rock, el bolero, el pop y la balada. Una de ellas cuenta una historia de reconciliación con su niño interior y de superación de obstáculos para retomar el control de la vida propia.
De hecho, el carabobeño comentó que su intención era abrazar su sueño para materializarlo. «Me di cuenta que solemos dejarle el cetro de nuestras vidas a otras personas, a la familia, a las amistades, a los compañeros de trabajo. Pero hay que decir basta. Nadie va a decidir por mí. Tengo la oportunidad de cambiar el sentido de mi vida cuantas veces me dé la gana y está bien», reflexionó.
Volver a las tablas
Otras de las pasiones de Luis es el teatro. De hecho, tuvo la oportunidad de incursionar en el género musical y la experiencia le abrió las ideas para hacer las dos cosas que más le gusta: actuar y cantar.
El proyecto personal se concretó cuando su EP se convirtió en una obra que ya fue presentada en Perú. Ahora, Golding, que está de paso por Valencia, busca conectar con la movida artística de su ciudad natal y encontrar un espacio donde pueda mostrarle a sus paisanos la pieza teatral.
Finalmente, el artista aseguró que su intención no es dejar Perú ni dejar Venezuela: en sus planes espera poder ir y venir para seguir alimentando los afectos entre ambos países.
«Voy a estar yendo y viniendo, porque tengo una carrera hecha allá y acá quiero desarrollar lo que no he podido por la falta de estar», aclaró.
Redacción: Francis Gabriela Tineo
Fotos: Radio América /Cortesía
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