El gobierno de Colombia alentó el viernes al grupo ilegal “Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano”, una disidencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), a continuar con las negociaciones de paz que adelantan desde el año pasado, luego de la inesperada retención de uno de sus negociadores requerido en Estados Unidos por delitos de narcotráfico.
Geovany Andrés Rojas, alias “Araña”, uno de los cabecillas de la estructura armada que opera al sur del país, fue retenido por agentes de la fiscalía en la noche del miércoles, tras una reunión en Bogotá con la delegación del gobierno, en atención a una circular roja de Interpol en su contra.
El episodio generó una crisis en la mesa de negociación debido a que desde el año pasado fueron suspendidas las órdenes de captura contra alias “Araña” y otros negociadores en virtud de la mesa de diálogo. Sin embargo, la fiscalía argumentó que dicha suspensión no cobija las órdenes de captura internacionales y “Araña” es requerido por una corte de California, Estados Unidos, por cargos relacionados con narcotráfico.
Alias “Araña”
Algunos analistas han advertido que el caso de alias “Araña” podría causar incertidumbre entre otros grupos armados ilegales por temor a que sus miembros también sean capturados, pese a estar en una negociación de paz. El gobierno del izquierdista Gustavo Petro mantiene acercamientos con varios grupos ilegales en un intento por frenar la violencia en el país.
Alias “Araña” es parte de una facción disidente de la extinta guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que no se acogió al acuerdo de paz firmado en 2016 con el Estado. La actual mesa de diálogo fue instalada en junio de 2024 cuando la “Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano” se agrupaba en una estructura mayor llamada Segunda Marquetalia, de la que se separó a final del año.