El Gobierno del presidente de Ecuador, Daniel Noboa, quiere convencer a sus aliados de que el conflicto causado por el asalto a la Embajada de México para detener a Jorge Glas, exvicepresidente de Rafael Correa, es un acto de compromiso en la lucha contra la corrupción. Además, es en respuesta a lo que considera una infracción de México a los estatutos internacionales que regulan el derecho de asilo.
Buscan defender la irrupción a la sede diplomática de México. Han recibido un amplio repudio y condena de la comunidad internacional, pues numerosos países ven que se ha traspasado una línea roja al entrar a la fuerza en una embajada extranjera.
Según dijo este lunes la canciller Gabriela Sommerfeld en una entrevista, el Gobierno aseguró tener indicios de un riesgo de fuga de Glas.
Para el Ejecutivo ecuatoriano, el Gobierno del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador transgredió el artículo tercero de la Convención de Caracas sobre Asilo Diplomático de 1954 y el artículo 1 de la Convención de Montevideo sobre Asilo Político de 1993.
Con información de El Carabobeño