Este miércoles, Estados Unidos y Ucrania formalizaron un acuerdo largamente esperado que sienta las bases para la explotación conjunta de los vastos recursos minerales que yacen en el subsuelo ucraniano.
Según informó el Departamento del Tesoro estadounidense, esta alianza estratégica no solo busca impulsar la reconstrucción de Ucrania tras los embates de la guerra, sino que también representa un movimiento significativo en la creciente competencia global por el control de las llamadas «tierras raras» y otros minerales esenciales.
El presidente Donald Trump había insistido en la concreción de este pacto como condición para futuras garantías de seguridad a Kyiv, mientras la nación europea resiste la invasión rusa. En este contexto, el gobierno estadounidense declaró que el acuerdo «envía una señal a Rusia» sobre el compromiso de la administración Trump con una «Ucrania libre, soberana y próspera» en el marco de un proceso de paz.
¿Qué implica el acuerdo para la explotación mineral?
El acuerdo suscrito establece la creación de un fondo de inversión bilateral destinado a la exploración y extracción de «tierras raras» o minerales en Ucrania. Asimismo, define la manera en que ambos países compartirán los beneficios generados por esta actividad. Este paso subraya la creciente importancia de estos minerales, pero surge la pregunta: ¿para qué sirven exactamente y qué atractivo representan para Estados Unidos?
El tesoro escondido de Ucrania: ¿Qué son las «Tierras raras»?
El término «tierras raras» engloba un conjunto de 17 elementos químicos con propiedades similares, cruciales para la fabricación de una amplia gama de tecnologías e industrias modernas. Desde teléfonos inteligentes y computadoras hasta equipos médicos y sistemas de defensa avanzados, estos elementos resultan indispensables.
La lista incluye el escandio, el itrio y los lantánidos (lantano, cerio, praseodimio, neodimio, prometio, samario, europio, gadolinio, terbio, disprosio, holmio, erbio, tulio, iterbio y lutecio).
Su denominación como «raros» no alude a su escasez en la corteza terrestre, sino a la dificultad de encontrarlos en estado puro. A menudo, yacen mezclados con elementos radiactivos, como el torio y el uranio, lo que complica y encarece su proceso de separación.
Ucrania: Una potencial mina de recursos críticos
Ucrania se erige como un territorio prometedor en este escenario, al poseer 21 de las 30 sustancias catalogadas por la Unión Europea como «materias primas críticas», lo que representa aproximadamente el 5% de las reservas mundiales de minerales en Ucrania.
Si bien una porción significativa de estas zonas ricas en minerales se localiza al sur del Escudo Cristalino ucraniano, bajo el Mar de Azov y actualmente bajo ocupación rusa, existen proyectos con potencial en regiones como el Buzh Medio y las áreas de Kyiv, Vinnytsia y Zhitómir.
No obstante, expertos como Adam Webb de Benchmark Mineral Intelligence advierten que, si bien se han identificado numerosos sitios geológicos prometedores, se requiere una investigación exhaustiva para confirmar su viabilidad económica como yacimientos explotables.
Además de las tierras raras, Ucrania también alberga importantes reservas de minerales esenciales como el litio, con estimaciones gubernamentales que alcanzan las 450.000 toneladas. Aunque su explotación aún no ha comenzado, Rusia ya controla al menos dos yacimientos de litio en las regiones de Donetsk y Berdyansk.
La urgente necesidad de Estados Unidos: Desafiar el dominio Chino
El marcado interés de Estados Unidos en asegurar el control de la producción de tierras raras y otros minerales esenciales responde, en gran medida, a la creciente competencia con China, que actualmente ejerce un dominio significativo sobre la oferta global.
En las últimas décadas, China se ha consolidado como líder tanto en la extracción como en el procesamiento de estos minerales estratégicos, controlando entre el 60% y el 70% de la producción mundial y cerca del 90% de la capacidad de procesamiento.
Esta dependencia genera preocupación en la administración Trump, tanto desde la perspectiva de la seguridad nacional como de la economía, ya que estos materiales son fundamentales para tecnologías de punta, que van desde vehículos eléctricos hasta equipos militares.
La situación se tensó aún más cuando China, en diciembre pasado, prohibió la exportación de ciertos minerales de tierras raras a Estados Unidos, tras haber impuesto restricciones previas el año anterior en el contexto de una creciente disputa comercial.
Una paradoja estratégica: Energía limpia e inteligencia artificial en la mira
El análisis de Navin Singh Khadka, corresponsal de Medio Ambiente de la BBC, revela una aparente contradicción en la estrategia de Trump: impulsar la producción de combustibles fósiles y, simultáneamente, asegurar el suministro de minerales cruciales para la transición hacia energías limpias.
Sin embargo, estos minerales también son componentes esenciales para la electrónica de consumo, equipos militares y de navegación, y, crucialmente, para los centros de datos de Inteligencia Artificial (IA), un sector al que Trump ha anunciado un fuerte impulso.
Este desarrollo requiere un suministro masivo de minerales esenciales, incluyendo cobre, silicio, paladio y elementos de tierras raras. La disminución en el suministro de estos minerales estratégicos ya comienza a impactar el crecimiento global de las energías limpias.
El gigante asiático en la balanza: El control Chino de los minerales críticos
Según los expertos, la geopolítica entre Estados Unidos y China es el factor principal que explica el dominio chino en el sector de los minerales esenciales, incluyendo las tierras raras. Tras décadas de perfeccionar sus técnicas de procesamiento, China controla actualmente el 100% del suministro refinado de grafito natural y disprosio, el 70% del cobalto y casi el 60% de todo el litio y manganeso procesados, según datos de la Agencia Internacional de Energías Renovables.
Además, mantiene un control significativo sobre la producción de elementos de tierras raras y posee importantes minas en África, Asia y Sudamérica.
En este contexto, el Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, durante la administración Biden, enfatizó la necesidad de que el país asegure su propio suministro innovador de minerales críticos y estratégicos para contrarrestar el creciente control chino sobre la cadena de suministro global.
La administración Trump parece identificar en regiones como Ucrania y Groenlandia áreas donde implementar métodos innovadores para fortalecer su propia cadena de suministro.
Implicaciones futuras: Un nuevo capítulo en las relaciones geopolíticas
Las consecuencias a largo plazo de este acuerdo entre Ucrania y Estados Unidos se develarán con el tiempo. La experiencia previa con Afganistán, donde acuerdos similares no fructificaron como se esperaba, genera interrogantes.
Sin embargo, Ucrania presenta un escenario diferente. En el corto plazo, la firma de este pacto introduce una nueva dinámica en el triángulo «EE.UU.-Rusia-Ucrania», donde la competencia por el favor estadounidense se intensifica.
Para muchos analistas en Kyiv, este acuerdo representa una victoria diplomática significativa. Además, aspectos clave para Ucrania, como la ausencia de mención a deudas previas y la gestión paritaria del fondo de inversión, se consideran logros importantes.
Incluso la estipulación de que futuras entregas de armas estadounidenses se contabilicen como contribución al fondo se interpreta como una señal del compromiso continuo de Washington con la defensa ucraniana.
La jugada de Trump: ¿Una victoria diplomática en un momento crítico?
Desde la perspectiva de Washington, este acuerdo llega en un momento oportuno: los 100 días de la presidencia de Donald Trump. Algunos observadores sugieren que la firma del documento es más relevante que su contenido específico, ya que busca proyectar la imagen de un presidente capaz de lograr acuerdos beneficiosos y obtener triunfos en la escena internacional, sin la participación de Rusia.
La reciente retórica de Trump, mostrando una creciente irritación hacia Moscú, también es un factor a considerar. Su propuesta inicial de una negociación conjunta parece haber chocado con la postura rusa, lo que podría estar acercando a Trump a la visión ucraniana y europea sobre el papel de Rusia como principal obstáculo para la paz.
En este contexto, para un líder como Zelensky, lograr el respaldo de Donald Trump y asegurar una asociación estratégica con Estados Unidos, anclada en este acuerdo de explotación mineral, representa un activo invaluable en un momento crucial.
Kyiv espera con cautela que este acuerdo no solo sea una noticia positiva, sino también un factor que influya favorablemente en el desarrollo de las negociaciones de paz.
Redacción: María Laura García.
Información y foto: BBC NEWS.
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