El Real Madrid cayó 0-2 en su visita a Liverpool con goles del mediocampista argentino, Alexis Mac Allister, y del delantero neerlandés, Cody Gakpo.
Ni Kylian Mbappé, ni Jude Bellingham, ni las paradas de Thibaut Courtois. Al Madrid no le quedó ni suerte, ni épica, ni sobre todo fútbol para competirle al mejor equipo de Europa. La derrota, lógica, pero no por ello menos dolorosa, deja a los blancos en el borde de un sonrojo histórico: no meterse en octavos de final.
No era solo Anfield, con su grada, la que oprimía al Madrid, era también la velocidad de balón, la coordinación del centro del campo y los tres de arriba y la sensación de que, mientras los ‘Reds’ tienen clarísimo qué hacer, el Madrid deambula.
Alexis Mac Allister, animado a llegar hasta la frontal por la escasa telaraña blanca, tiró una pared con Bradley y, frente a Asencio, tejió un disparo cruzado imposible para Courtois.
Había caído una pared, una losa mental para el Liverpool, viudo en los últimos ocho choques contra el Madrid, pero este siempre vuelve, y de la nada, Lucas Vázquez, que llevaba segundos en el campo, se inventó un penalti ante el ‘torpe’ Andy Robertson.
En su momento de redención, Mbappé encaró los once metros y Kelleher le adivinó el lanzamiento.
Mohamed Salah, instantes después, en un penalti muy parecido hecho por Ferland Mendy, replicó el fallo del francés.
La ventaja, la inercia y el fútbol estaba del lado del Liverpool. Merecía más el 2-0 el equipo de Slot y, cuando Cody Gakpo lo cabeceó en frente de The Kop, la justicia por fin dio la mano a los ‘Reds’.
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Información: EFE
Foto: AP