El papa Francisco nunca ocultó su amor por el deporte, y su devoción particular por el fútbol. Esa pasión nació precisamente gracias a San Lorenzo porque su padre jugó baloncesto con esa divisa, incluso antes del título del ’46, y los domingos familiares incluían no solo la misa de rigor, sino visitas frecuentes al Gasómetro, como se conocía al antiguo estadio del club.
Su carnet de socio, el número 88535N-0, siempre tuvo la cuota de afiliación al día, religiosamente pagada, y casi 70 años después de la hazaña del ’46, cuando fue elegido al frente de la Santa Sede tras la renuncia de Benedicto XVI, Bergoglio todavía podía recitar de memoria la plantilla completa que ganó ese mítico campeonato.
Al año siguiente de iniciado el papado, el San Lorenzo celebró con su aficionado más célebre el primer título de su historia en la Copa Libertadores, logrado frente al Nacional de Paraguay.
Encuentros
El presidente Matías Lammens, el vicepresidente Marcelo Tinelli, el técnico Edgardo Bauza y los jugadores Juan Mercier y Julio Buffarini visitaron al papa en el Vaticano una semana después del triunfo y le llevaron una réplica del trofeo de la Libertadores y una camiseta con su nombre.
Pero no siempre el afecto fue tan perfectamente recíproco, como contó en un programa de televisión el ex-seleccionador argentino Alfio Basile, recordando sus tiempos como técnico del San Lorenzo a finales de los 90.

Bergoglio era ya arzobispo de Buenos Aires, pero desde sus tiempos de párroco de San José acostumbraba a ir al estadio a bendecir al equipo de sus amores antes de cada partido. En su primer juego a cargo, Basile le negó la entrada, por razones puramente cabalísticas.
Al presidente de la época, Fernando Miele, el ‘Coco’ le explicó: “Si me trajiste porque el equipo no ganaba partidos, ¿cómo vamos a seguir recibiendo al mismo cura que nos ha traído ‘mufa’ (mala suerte) todo este tiempo?”.
La ‘mufa’ se acabó con la llegada de Bergoglio al trono de San Pedro, a juzgar por el título de la Libertadores que dejó una réplica de este trofeo exhibida entre las reliquias del Vaticano.
De la cancha a la palabra de Dios
Francisco definía al balompié como “el deporte más bello del mundo”, y abundan las citas que dan fe de su pasión por todas las fases de este juego, que solía usar en su prédica apostólica.
“El deporte en la comunidad puede ser una gran herramienta misionera, donde la iglesia está cercana a cada persona para ayudarla a ser mejor y conocer a Jesucristo”
Desde las invitaciones a “jugar en equipo” como analogía de la pertenencia al rebaño de la Iglesia católica, hasta la promesa de “jugar un partido honrado en el campo en el que Dios me puso” -hecha durante una reunión con jugadores de las selecciones de Argentina e Italia-, el pontífice usó al fútbol como un recurso para conectar con la feligresía.
“El deporte en la comunidad puede ser una gran herramienta misionera, donde la iglesia está cercana a cada persona para ayudarla a ser mejor y conocer a Jesucristo”, dijo en 2014 durante una reunión con atletas italianos en la plaza de San Pedro.

En esa misma oportunidad, aseguró que pertenecer a un equipo “significa rechazar cualquier forma de egoísmo y aislamiento, competir en mutua estima y crecer en hermandad”.
Para Bergoglio, el deporte era un “lenguaje universal” y un “valioso recurso” para unir a la gente más allá de “los límites, el idioma, la raza, la relación y la ideología”, una forma de “construir puentes” e inculcar “valores que promuevan el hecho de que el bien está en todos los seres humanos”.
Un fanático crítico
Como buena parte de los argentinos, el papa no temía entrar en discusiones futbolísticas. Consultado en una oportunidad sobre los mejores jugadores del mundo, ratificó el consenso general en torneo a Pelé, Lionel Messi (a quien se refirió como un hombre “correctísimo, todo un señor”) y Diego Armando Maradona.
Sobre este último, hizo distinción entre el futbolista (“un grande”) y el hombre, de quien dijo que había “fallado”: “Pobrecito, cayó en manos de quienes lo adulaban y no lo ayudaban”.
La relación del papa Francisco con el deporte, y el valor que siempre le confirió como fenómeno social quedaron claramente expresados en 2021, en una entrevista con el semanario deportivo ‘Sportweek’ del diario ‘Gazzetta dello Sport’, en la que comparó a los atletas con los santos: “Conocen la fatiga, pero no les pesa”.
Información: France 24
Foto: Cortesía
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