Alemania controla desde este lunes de forma aleatoria el paso por todas sus fronteras terrestres con el objetivo de combatir la migración irregular, ante las quejas de los países vecinos y las críticas procedentes del mundo político y de instituciones.
“La dimensión, la intensidad, el lugar concreto y la duración concreta de cada control dependen entre otros factores del desarrollo de la situación y de las infraestructuras de transporte existentes sobre el terreno y, por ello, pueden tener diferentes características y dinámicas regionales”, advirtió el Ministerio del Interior.
La policía se esforzará para que dichas inspecciones “impacten lo menos posible” en la vida cotidiana de las personas que viajan por trabajo, así como en el transporte de pasajeros y de mercancías, aunque, según el ministerio, no se pueden descartar que las medidas provoquen en algunos momentos retrasos “puntuales y temporales”.
“No hay en cada paso fronterizo un agente de policía controlando. Tampoco están cerradas las fronteras”, dijo Sonja Kock, una portavoz, durante una rueda de prensa en Berlín en la que aludió a algunas de las informaciones erróneas que están circulando.
Por el contrario, los controles serán flexibles y se instalarán allí donde la policía tiene conocimiento de que hay un particular flujo migratorio irregular y se inspeccionarán exclusivamente a aquellos vehículos que despierten sospechas, especificó Kock.
Información y foto: EFE