El gobierno de Chile envió el miércoles al Congreso un proyecto de ley para despenalizar el aborto hasta las 14 semanas de embarazo que ya ha recibido críticas de la Iglesia católica y de sectores conservadores.
La iniciativa busca ampliar la ley de interrupción del embarazo en tres causales —riesgo de vida del feto, de la madre o embarazo producto de una violación— aprobada en 2017 durante el segundo gobierno de la izquierdista Michelle Bachelet (2014-2018).
Durante la presentación en el Palacio de la Moneda, la sede del Ejecutivo, la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana, sostuvo que “los motivos para interrumpir un embarazo son muchos y no todos caben en las tres causales” y agregó que el plazo de 14 semanas sigue el modelo de Alemania, España y Argentina.
El tratamiento del proyecto se anticipa difícil. La coalición del presidente Gabriel Boric no tiene mayoría en ninguna de las cámaras del Congreso y el presidente de la Cámara de Diputados, José Miguel Castro, y el titular del Senado, Manuel José Ossandón —ambos del partido conservador Renovación Nacional— afirmaron que no lo tratarían a menos que el Ejecutivo le diera carácter de urgente.
“Queremos que se ponga en tablas. Acá no vamos a avanzar a tropezones, queremos que se debata”, dijo Orellana. “Lamento que la disposición inicial sea vetar el debate. No hay por qué temer un debate de cara a la ciudadanía”, agregó.
Información y foto: AP
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