Evo Morales ha quedado sin partido político después de que una sala del Tribunal Constitucional de Bolivia le haya retirado la jefatura del Movimiento al Socialismo (MAS), la agrupación que él mismo fundó en los años noventa. En su lugar, se ha reconocido a Grover García, un dirigente alineado con el presidente Luis Arce, como el nuevo titular del partido.
Esta decisión también otorga el control total del MAS a los dirigentes afines a Arce, quienes realizaron un congreso en mayo en El Alto, no reconocido por los leales a Morales.
Morales había denunciado que Arce quería hacerse con el control del MAS. La sala cuarta del Tribunal, compuesta por los magistrados Iván Espada y Gonzalo Hurtado, asestó otro golpe a Morales al ratificar su inhabilitación como candidato presidencial el pasado 9 de noviembre.
Refugiado tras ser acusado de abuso sexual
Además de perder el liderazgo del MAS, Morales enfrenta un pedido de captura porque el Gobierno de Arce reactivó hace dos meses una investigación por presunto abuso sexual contra una menor de edad.
Actualmente, se encuentra refugiado en Chapare, la región cocalera del país, rodeado por sus seguidores. El 27 de octubre pasado, un operativo policial para su arresto terminó en un tiroteo que pudo haberle costado la vida.
En medio de este panorama complicado para Morales, el presidente del Tribunal Electoral, Óscar Hassenteufel, declaró que acatarían la inhabilitación del exmandatario como candidato a la presidencia. Con esto, Morales queda sin un partido con el cual participar en futuras elecciones.
La situación actual refleja una profunda crisis dentro del MAS y plantea interrogantes sobre el futuro político tanto de Evo Morales como del partido que él mismo fundó.
Redacción: Roxibel Gutiérrez
Foto: EFE
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