El acto, que escenificó el hermanamiento entre el pueblo griego y el francés, comenzó con los dos himnos nacionales, interpretados por la reconocida cantautora griega, Nana Mouskouri, y el izado de banderas de los dos países. El imponente estadio Panatenaico, situado en el corazón de Atenas, fue la sede, en 1896, de los primeros Juegos Olímpicos modernos.
La primera sorpresa en el estadio Panatenaico, el único en el mundo construido completamente de mármol, llegó con la entrada de Antigoni Drisbioti, campeona europea de marcha. La atleta, portando la llama olímpica, fue recibida con aplausos y vítores desde las gradas.
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Foto: Agencias