Cuando comenzó la Serie Mundial, era difícil prever lo que Freddie Freeman podría aportar a los Dodgers de Los Ángeles.
Al final su contribución fue tal que no dejó dudas sobre quién debía ser el Jugador Más Valioso.
Freeman rompió récords al batear jonrones en los primeros cuatro juegos y empató una marca de la Serie Mundial con 12 carreras impulsadas para llevar a los Dodgers hasta la victoria sobre Yankees de Nueva York y a la obtención su segundo campeonato en cinco años.
“Eso significa que había muchos de mis compañeros en base”, dijo Freeman después de recibir el premio al Jugador Más Valioso de la Serie Mundial, nombrado en honor a Willie Mays. “Me alegra haberme puesto en forma en el momento adecuado”.
El popular bateador volvió a destacar la noche del miércoles con un sencillo de dos carreras frente al as de los Yankees, Gerrit Cole, en un quinto inning de cinco carreras que ayudó a Los Ángeles a lograr una victoria decisiva de 7-6 en el quinto duelo.
Bobby Richardson, intermedista de los Yankees, también impulsó 12 carreras en 1960 contra los Piratas de Pittsburgh, quienes ganaron el campeonato ese año con el famoso jonrón de Bill Mazeroski que puso fin al séptimo juego.
Información: AP
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