Un incendio interrumpió las conversaciones climáticas de las Naciones Unidas el jueves, obligando a evacuar varios edificios cuando faltaban solo dos días y sin que los negociadores hayan anunciado ningún acuerdo importante. Las autoridades dijeron que nadie resultó herido.
El incendio se reportó en un área de pabellones donde se llevan a cabo eventos paralelos durante las conversaciones anuales, conocidas este año como COP30. Los organizadores pronto anunciaron que el incendio estaba bajo control, pero los bomberos ordenaron evacuar todo el sitio para realizar controles de seguridad y no estaba claro cuándo se reanudarían las actividades de la conferencia.
Unas horas antes del incendio, el secretario general de la ONU, António Guterres, pidió a los países que lleguen a compromisos y “muestren disposición y flexibilidad para obtener resultados”, incluso si éstos no llegan a ser las medidas más enérgicas que algunas naciones desean.
Sobre temas polémicos que involucran planes más detallados para eliminar de manera lenta la dependecia de los combustibles fósiles y la ayuda financiera a los países más pobres, Guterres dijo estar “perfectamente convencido” de que el compromiso es posible y desestimó la idea de que no adoptar las medidas más fuertes será un fracaso.
Ante la pregunta de si tenía un mensaje para el presidente Donald Trump, quien ha retirado de las conversaciones climáticas a Estados Unidos, el segundo mayor contaminador de carbono del mundo, respondió: “Te estamos esperando”.
Cuando se le preguntó si había alguna esperanza de que Trump cambiara su postura sobre el cambio climático, Guterres sonrió y dijo: “La esperanza es lo último que muere”.
Sesión de la ONU
En una sesión de la ONU en septiembre, Trump calificó las predicciones del cambio climático como un “engaño”. El gobierno de Estados Unidos está ausente de las negociaciones en Belém, en la ribera del Amazonas.
Guterres fue más enérgico en lo que exigía a los países ricos para ayudar a los países pobres, especialmente a aquellos que necesitan decenas de miles de millones de dólares para adaptarse a las inundaciones, sequías, tormentas y olas de calor provocadas por el agravamiento del cambio climático.
Reiteró su llamado a triplicar la financiación para la adaptación, pasando de 40.000 millones de dólares anuales a 120.000 millones de dólares anuales.
Delegados de naciones azotadas por desastres naturales dieron testimonios emocionales a principios de esta semana implorando al mundo que deje de hablar y comience a actuar.
“Ninguna delegación se irá de Belém con todo lo que quiere, pero cada delegación tiene el deber de alcanzar un acuerdo equilibrado”, señaló Guterres.
“Cada país, especialmente los grandes emisores, debe hacer más”, añadió.
La agenda excluida: el debate por los $300.000 millones y la transparencia
Proporcionar ayuda financiera general, con un objetivo acordado de 300.000 millones al año, es uno de los cuatro temas interconectados que inicialmente fueron excluidos de la agenda oficial. Los otros tres son: si se debe pedir a los países que endurezcan sus nuevos planes climáticos; lidiar con las barreras comerciales sobre el clima y mejorar la transparencia y el progreso climático en los informes.
El presidente de la COP30, André Corrêa do Lago, había dado a los negociadores un plazo hasta el miércoles para algún tipo de paquete sobre esos cuatro temas, pero no se vislumbraba un acuerdo.
Más de 80 países han presionado por una “hoja de ruta” detallada sobre cómo transitar lejos de los combustibles fósiles, como el carbón, el petróleo y el gas natural, que son la principal causa del calentamiento. Eso fue un acuerdo general pero vago hace dos años en la COP en Dubái.
Guterres siguió refiriéndose a ello como ya acordado en Dubái, pero no se comprometió a un plan detallado, que el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva impulsó anteriormente en un discurso.
Información de: AP
Foto: Agencia
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