El oso andino (Tremarctos ornatus) es una especie catalogada como “vulnerable” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y “en peligro” en las listas de fauna de Venezuela. La especie se alimenta de frutas, bromelias, palmas, huevos de vertebrados y miel.
El proyecto Oso Andino Guaramacal es parte del trabajo que desarrolla el ingeniero de producción en agroecosistema, Marcos Hidalgo, con tres aspectos esenciales: una ciencia destinada a la conservación y manejo de áreas naturales protegidas, acompañamiento de la educación rural-comunitaria y la co-creación de modelos agroforestales comunitarios.
Los alcances de este estudio los presentó Hidalgo durante el Congreso por la Defensa de la Madre Tierra, celebrado en Caracas, donde participó como experto de la mesa sobre Biodiversidad en Riesgo, con el título El oso frontino, nuestro aliado en la conservación de los ecosistemas andinos de Venezuela.
En este espacio, Hidalgo precisó que desde 2016, junto al equipo de trabajo, monitorean a esta especie empleando cámaras trampa en varios parques nacionales andinos del país.
OSO ANDINO EN PELIGRO DE EXTINCIÓN
Comenta que en el mundo existen ocho especies de osos y que el oso andino es única de los andes, una región compartida por Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia.
Además de hacer el estudio sobre el mamífero, también concentran esfuerzos educativos creando la edufiestas del oso, en comunidades rurales que habitan los alrededores de las áreas silvestres cercanas a Guaramacal y Ramal de Calderas.
Asimismo, se han creado espacios socioproductivos como el plan Osos, gente y café, que promueve la caficultura orgánica en espacios de estos parques nacionales, impulsado la forestación con cultivo de este rubro.
Precisó que, a la fecha se cubre un territorio de 9036 hectáreas, con aproximadamente 300 familias, que cuentan con ocho secadoras solares para café incluyendo talleres para producción de bioinsumos.
En 2021, fue decretado como Parque Nacional José Gregorio Hernández, el extenso Ramal de Calderas, que cuenta con unas 50 mil hectáreas, entre los estados Trujillo, Mérida y Barinas, asegurando el hábitat para la preservación de la especie.
Información: Mincyt
Foto: Agencia
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