Irán enterró el jueves a su fallecido presidente en el sitio más sagrado para los musulmanes chiíes en la República Islámica, una última muestra de respeto por un protegido del líder supremo de Irán y que falleció en el choque del helicóptero en que viajaba a principios de esta semana.
El entierro del presidente Ebrahim Raisi en el Santuario Imam Reza en Mashhad culmina días de procesiones en gran parte de Irán, que busca reforzar la teocracia del país tras el incidente en que murieron él, el ministro de Relaciones Exteriores del país y otras seis personas.
Cientos de miles de personas se congregaron en Mashhad, a unos 750 kilómetros al este de la capital Teherán, muchas de ellas vestidas de negro y golpeándose el pecho y la cabeza en señal de duelo —algo común en las ceremonias chiíes. Un vehículo llevó su ataúd por la calle, y los dolientes se acercaron para tocarlo y arrojarle bufandas y otros artículos para ser bendecidos.
Información: AP
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