América Latina y el Caribe fue la única región del mundo que redujo sus niveles de inseguridad alimentaria moderada o grave entre 2022 y 2023, al pasar del 31,4 % al 28,2 % de la población afectada, lo que aún equivale a 187,6 millones de personas, según las Naciones Unidas.
El informe anual sobre «El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo» fue presentado este miércoles en la ciudad brasileña de Río de Janeiro, coincidiendo con las reuniones ministeriales del G20, y elaborado por cinco agencias de la ONU (FAO, FIDA, OMS, PMA y Unicef).
Latinoamérica presentó el único descenso, en contraste con África (de 57,9 % hasta 58 %), Asia (24,7-24,8 %), Oceanía (24,1-26,8 %) y Norteamérica y Europa (8,5-8,7 %), regiones en las que se mantuvo estable o aumentó ligeramente.
También cayó la inseguridad alimentaria grave, que la padecen aquellos que pasan a veces sin alimentos un día entero o más, del 11,0 % al 8,7 %, lo que equivale a 14 millones de personas menos en esa situación.
No obstante, al profundizar en los datos se observan importantes diferencias subregionales.
«Tenemos una Suramérica que ha mejorado sustancialmente, una Centroamérica que se ha estabilizado y un Caribe que todavía no está bien», explicó a EFE Máximo Torero, economista jefe de la agencia de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
De hecho, la prevalencia de la inseguridad alimentaria moderada o grave en el Caribe (58,8 %) fue el año pasado más del doble que la de Centroamérica (28,2 %) y Suramérica (25,1 %).
El Caribe se está viendo «muy afectado» por el cambio climático y solo ahora empieza a recuperarse del golpe que supuso para el turismo, el principal motor económico para muchos países de la zona, la pandemia de covid-19, de acuerdo con Torero.
Con información de: EFE
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