El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, negó este viernes que exista «militarismo» y «represión» con la reforma que aprobó este jueves la Cámara de Diputados para ceder el control de la Guardia Nacional al Ejército.
El mandatario expresó que está «muy contento y tranquilo» con el aval de la reforma constitucional, que aún debe aprobar el Senado, para que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) administre la Guardia Nacional, un cuerpo de seguridad que él creó en 2019 con la promesa de mantenerlo civil.
El gobernante mexicano justificó que, con un mando militar, habrá la «garantía» que los 130 mil elementos de la Guardia Nacional y sus 500 cuarteles «van a permanecer y van a seguir actuando con rectitud” a diferencia de lo ocurrido con la extinta Policía Federal, acusada de tener nexos con el crimen organizado.
Legisladores de oposición y organizaciones civiles advirtieron de una militarización de todos los ámbitos del país con esta reforma constitucional porque modifica el artículo 129 de la Constitución, que ahora limita las funciones militares en tiempos de paz, una norma que no se ha cambiado desde 1857.
Información: EFE
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