José Raúl Mulino asumió el lunes como presidente de Panamá para los próximos cinco años decidido a detener la incesante migración irregular por la jungla del Darién con ayuda económica y logística de Estados Unidos.
“No permitiré que Panamá sea un camino abierto a miles de personas que ingresan ilegalmente a nuestro país aupados por toda una organización internacional relacionada con el narcotráfico y el tráfico de personas”, declaró Mulino tras juramentar al cargo en un acto en el Centro de Convenciones Atlapa sobre la bahía del Pacífico en la capital panameña ante varios líderes de la región.
Y como uno de los primeros actos de su gobierno suscribió un memorándum de entendimiento con Estados Unidos con el fin de cerrar la frontera a la migración desde Sudamérica que se dirige al país norteamericano.
Con el acuerdo, firmado por el nuevo canciller Javier Martínez-Acha y el secretario de Seguridad Nacional estadounidense Alejandro Mayorkas, Washington se compromete a cubrir el gasto en transporte y logística de la repatriación de los migrantes que entren ilegalmente al Darién, informó la oficina de prensa del presidente Mulino.
Información: AP
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