El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, prometió este sábado, en su discurso de investidura para un segundo mandato consecutivo, «sanar» la economía tras curar al país del «cáncer» de la violencia, generada principalmente por los grupos de pandillas.
«Ahora, que ya arreglamos lo más urgente, que era la seguridad, vamos a enfocarnos de lleno en los problemas importantes, empezando por la economía», dijo Bukele ante cientos de personas, entre invitados especiales y seguidores, desde el palco del centenario Palacio Nacional, en el corazón de la capital salvadoreña.
«En este nuevo tratamiento para sanar la economía, quizá también haya que tomar medicina amarga», sostuvo.
De acuerdo con diversas encuestas, Bukele llegó al final de su primer mandato (2019-2024) con un reclamo de la sociedad por solventar los problemas económicos, preocupación que ha desplazado al tema de la seguridad.
Sin embargo, bajo la Administración de Bukele este país se ha mantenido a la cola del crecimiento económico en Centroamérica y es altamente dependiente de las remesas familiares, que anualmente inyectan más de 8.000 millones de dólares.
Expertos consultados por EFE han señalado que el balance de estos cinco años apunta a un «deterioro de las condiciones de vida de los hogares».
De acuerdo con datos oficiales, el porcentaje de pobreza general pasó de un 22,8 % a un 27,2 % de los hogares.
Información EFE