El exmandatario Barack Obama pidió el pasado martes a Estados Unidos que abra un «nuevo capítulo» para llevar a la vicepresidenta y aspirante demócrata, Kamala Harris, a la Casa Blanca y dejar atrás la oscuridad de la era del republicano Donald Trump.
Obama, hijo adoptivo de la ciudad de Chicago, fue recibido con una estruendosa ovación en el estadio United Center, donde se celebra la Convención Nacional Demócrata, que el jueves escuchará a Harris dar el discurso en el que aceptará formalmente la nominación presidencial del partido.
«¡Sí, se puede!», gritaba el público cuando Obama se subió al escenario, replicando el lema y la energía que le catapultó a la Casa Blanca en 2008. El expresidente les correspondió afirmando que se sentía esperanzado con estas elecciones, en alusión al lema de «esperanza» y «cambio» de su propia campaña presidencial.
Obama atacó con dureza a Trump, describiéndolo como un multimillonario egoísta y bravucón, que solo ve el poder como un medio para conseguir sus fines, y que recurre a «apodos infantiles» y «teorías conspirativas locas» para combatir su mayor miedo: perder ante Harris en las elecciones de noviembre.
Información y foto: EFE