Panamá deportó el martes a 29 colombianos en un vuelo que, según el gobierno, fue el primero pagado por Estados Unidos bajo un acuerdo que ambos países firmaron en julio.
Los colombianos habían ingresado a Panamá de manera ilegal a través de la selva del Darién, una ruta utilizada por más de 500.000 migrantes que se dirigieron al norte el año pasado.
El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, quien asumió el cargo el 1 de julio, se comprometió a detener ese flujo migratorio, un interés que comparte con el gobierno de Estados Unidos.
Mulino había dicho originalmente que los vuelos serían repatriaciones “voluntarias”, pero los deportados el martes tenían antecedentes penales, dijeron las autoridades.
Información: AP