El papa León XIV expresó este domingo su cercanía con las víctimas del «violento tifón» que azotó Filipinas esta semana, dejando más de 220 muertos y un centenar de desaparecidos, después del rezo del Ángelus dominical.
«Rezo por los difuntos y por sus familiares, por los heridos y los desplazados», dijo el pontífice desde la ventana del Palacio Apostólico, mientras se dirigía a miles de fieles congregados en la plaza de San Pedro.
El tifón Kalmaegi, uno de los más potentes de la temporada, arrasó esta semana Filipinas y dejó al menos 220 fallecidos y más de un centenar de desaparecidos.
Centenares de comunidades se vieron afectadas, muchas de ellas anegadas o dañadas por deslizamientos de tierra y árboles caídos.
Este domingo, las autoridades filipinas se preparan para la llegada de otro supertifón, Fung-wong, que podría agravar aún más la situación, por lo que se ha evacuado a casi medio millón de personas, mientras continúan los esfuerzos de recuperación por los daños causados por Kalmaegi.
Con información: EFE
Foto: Cortesía
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