Paraguay recibió esta semana cuatro aviones Super Tucano de fabricación brasileña, marcando la primera adquisición de aeronaves militares en 38 años.
El acto de entrega se realizó en la Primera Brigada Aérea de Luque, con la presencia del presidente Santiago Peña, quien destacó que estas unidades servirán para enfrentar los nuevos desafíos de seguridad como el crimen organizado y el narcotráfico.
«Hoy el Estado paraguayo invierte en defensa y seguridad, ya no para enfrentar a nuestros vecinos. Eso quedó en el pasado. Hoy enfrentamos peligros diferentes», expresó el mandatario durante su discurso, resaltando la importancia de una respuesta coordinada frente a amenazas transnacionales.
Un hito en la defensa paraguaya
La compra que contempla un total de seis aeronaves por un valor de 105 millones de dólares es considerada por el Gobierno como un “hito” en materia de inversión en seguridad desde la compra de Super Tucano a Brasil en 1987. Las dos naves restantes llegarán antes de fin de año, según anunciaron las autoridades.
Los Super Tucano, fabricados por la empresa Embraer, son aviones de combate ligero y patrullaje aéreo, capaces de interceptar aeronaves no autorizadas, brindar apoyo a tropas terrestres y formar pilotos en maniobras de combate. Durante el evento, el presidente Peña subió a una de las unidades y conversó con los pilotos paraguayos que las trasladaron desde Brasil, entre ellos la teniente Cynthia Orué.
El arribo de las aeronaves, previsto inicialmente para el pasado viernes, se retrasó por cuestiones burocráticas, informaron fuentes oficiales.
Peña también vinculó esta adquisición a un proceso más amplio de fortalecimiento institucional de las Fuerzas Armadas, incluyendo a la Armada y el Ejército, tras décadas de debilitamiento posterior a la caída de la dictadura de Alfredo Stroessner. “Quedaron muchas heridas que fueron erosionando la capacidad de respuesta de nuestras Fuerzas Armadas. Por eso es fundamental fortalecerlas ahora”, afirmó.
Consultado sobre la posibilidad de que los Super Tucano se enfrenten a aeronaves utilizadas por redes criminales, como las asociadas al presunto narcotraficante uruguayo Sebastián Marset, Peña fue enfático: “Lo intercepta enseguida, le va a dar indicaciones de que aterrice o que abandone el espacio aéreo. Esto nos va a dar una capacidad operativa muy eficiente”.
A Marset, acusado de liderar una red internacional de tráfico de drogas, lo busca la justicia de varios países.
Foto: EL observador
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