El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ha garantizado que el país no experimentará nuevamente los apagones de hasta 14 horas diarias que, en septiembre de 2024, causaron pérdidas económicas cercanas a 2.000 millones de dólares. Sin embargo, expertos advierten que la crisis eléctrica aún persiste y que la promesa del mandatario podría verse amenazada.
Ecuador enfrenta un período de «estiaje» entre octubre y marzo, caracterizado por la escasez de lluvias, que en 2024 afectó severamente la generación hidroeléctrica. Esto resultó en apagones prolongados que impactaron tanto a hogares como a industrias.
A pesar del optimismo del Gobierno, que ha implementado medidas como la contratación de generadores y la compra de energía a Colombia, analistas como Diego Morales, presidente del Colegio de Ingenieros Eléctricos de Azuay, advierten que la sequía podría intensificarse en las próximas semanas. Morales señala que el verdadero desafío se presentará entre octubre y noviembre de 2025, cuando la capacidad de generación térmica del país será puesta a prueba.
Oswaldo Moreno, analista político ecuatoriano, resalta que la promesa de Noboa es problemática, dado que el Gobierno ya ha enfrentado una crisis de credibilidad en este tema. En el pasado, Noboa aseguró que no habría más apagones, solo para luego modificar su discurso a «no durarían tanto». Este historial plantea un reto significativo para el mandatario, quien se juega mucho con su compromiso de evitar futuros cortes de suministro eléctrico.
Con información de: Spunik
Foto: Cortesía
Lea también: Exportaciones de café brasileño a EE.UU. se hunden un 46% en agosto por los aranceles