Sabas Ojeda, un hombre cuya vida ha estado entrelazada con la música desde 1957, hace un llamado a la comunidad y a las autoridades competentes. No se trata solo de un músico, sino de un artista que respira música, que ha dedicado su vida a este arte y que ahora, con el corazón lleno de esperanza, busca apoyo para seguir compartiendo su pasión.
En primer lugar, Ojeda, como muchos otros, se inscribió en programas gubernamentales como «Mi Venezuela, mi patria querida», con la ilusión de recibir un apoyo que le permitiera aliviar algunas cargas.
Sin embargo, los meses han pasado y la llamada que tanto esperaba no ha llegado. La incertidumbre y la sensación de olvido comienzan a pesar.
Además, Ojeda ha tocado puertas en instituciones como el Palacio de la Cultura, FundaCultura y la sede de Ernesto Mandela, presentando su currículum con la ilusión de que su experiencia y talento sean valorados. A pesar de ello, el silencio ha sido la única respuesta.
Ojeda, quien fuera parte de la primera banda de Carabobo, Yonny Muñoz y su sexteto, y compartiera escenario con grandes como Dimensión Latina, no busca solo reconocimiento, sino la oportunidad de seguir haciendo lo que ama: música.
Un llamado a la acción
Por otro lado, Ojeda no se limita a pedir ayuda. De hecho, su espíritu generoso lo impulsa a ofrecer sus conocimientos y habilidades. Se ofrece como instructor de parranda, dispuesto a enseñar a otros los secretos de este género musical tan arraigado en la cultura venezolana.
Asimismo, fabrica instrumentos de percusión, como charrascas y tamboras.
En consecuencia, Ojeda, con la humildad que caracteriza a los grandes, hace un llamado a la comunidad y a las autoridades. No se trata solo de un pedido de ayuda, sino de una invitación a valorar el talento y la experiencia de un hombre que ha dedicado su vida a la música.
Finalmente, invita a quienes colaborar contactarlo a través del número de teléfono de su hija, María Elena Ojeda: 0412-895-2827.
Redacción: María Laura García.
Información y Foto: Radio América.
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