Una fuente real confirmó que los preparativos para el funeral del monarca comenzaron poco después de que la reina falleciera.
La situación sería tan preocupante que Buckingham habría puesto en marcha la maquinaria para el «inminente funeral» del padre de los príncipes Guillermo y Harry. Y es que a pesar de que continúa su batalla contra el cáncer, fuentes cercanas habrían revelado que se encuentra «mucho peor de lo que dejan entrever, realmente mal».
De ahí que los preparativos para su funeral -que se pusieron en marcha por protocolo al día siguiente del entierro de Isabel II, denominado «operación puente Menai» y planeado desde hace mucho tiempo, se estarían «actualizando activamente», para que todo estuviese perfectamente detallado si el desenlace fuese próximo como especula la prensa norteamericana, ya que la británica mantiene un silencio absoluto sobre este tema.
Agencias
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