Una inusual tormenta fuerte llegó a California este martes 14 de octubre. Amenazó zonas de Los Ángeles con lluvia, viento fuerte y posibles aludes (barro). Las autoridades dieron orden de evacuar casas.
Las lluvias torrenciales se desplazaban por el área temprano, algunos conductores vieron patinar a sus carros y los medios reportaron accidentes en carreteras inundadas.
Alerta de inundación y refugio en Santa Bárbara
Una alerta de inundación repentina afectaba parte del condado Santa Bárbara, donde la policía emitió una orden de mantenerse a cobijo para un área que experimentó un incendio forestal el año pasado y que fue objeto de flujo de escombros.
“Estamos muy preocupados por el clima”, dijo la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, durante una conferencia de prensa el lunes por la noche, y explicó que los equipos de respuesta, rescatistas y helicópteros estaban listos para desplegarse.
Unas 115 casas en Pacific Palisades y Mandeville Canyon fueron evacuadas. Un gran incendio en enero afectó ambas zonas: mató a más de 30 personas y destruyó más de 17.000 edificios.
Laderas sin vegetación: un peligro en la lluvia
Los fuegos quitan la vegetación de las laderas. Esto hace fácil que el terreno se suelte con la lluvia.
Bass y otros funcionarios advirtieron a los residentes de toda la región que se mantuvieran alerta y permanecieran en interiores. Los meteorólogos esperaban que lo peor llegara más tarde el martes por la mañana y continuara durante la tarde, y más de 16.000 personas ya estaban sin electricidad para el lunes por la noche, según PowerOutage.us.
La tormenta podría dejar hasta 10 centímetros (cuatro pulgadas) de lluvia en algunos lugares, según la oficina del Servicio Meteorológico Nacional en Los Ángeles, que describió el sistema como “raro y muy potente”.
Ariel Cohen, meteorólogo a cargo del Servicio Meteorológico Nacional en Los Ángeles, dijo que la tormenta podría incluso provocar un par de tornados, y identificó la imprevisibilidad como uno de los principales desafíos.
“La naturaleza de este sistema implica que no podemos estar seguros de exactamente cuándo y dónde estos impactos golpearán, los detalles exactos hasta justo antes de que ocurran en el mejor de los casos”, señaló.
Patrullas en marcha y cierres anunciados
Equipos del Departamento de Bomberos de Los Ángeles habían comenzado a patrullar el área el lunes por la noche y el Departamento de Transporte de California (Caltrans) anunció en las redes sociales que cerraron una sección de la Ruta Estatal 27, comenzando en la Pacific Coast Highway, en preparación para la tormenta.
El servicio meteorológico también advirtió sobre vientos fuertes que podrían derribar árboles y líneas eléctricas.
Al norte, los pronosticadores esperaban hasta un metro (tres pies) de nieve en las montañas para partes de la Sierra Nevada.
Las fuertes lluvias ya habían comenzado a caer el lunes por la noche en gran parte del norte de California, provocando algunas inundaciones urbanas alrededor del área de la bahía de San Francisco.
El restaurante Gladstones, ubicado a lo largo de la Pacific Coast Highway, dijo que cerraría el martes en anticipación a las fuertes lluvias. El lugar de Pacific Palisades se ubica en una intersección que ha experimentado un fuerte flujo de escombros durante lluvias pasadas.
En febrero, las lluvias fuertes causaron aludes de lodo y tierra en zonas quemadas en enero. En Sierra Madre, cerca del incendio Eaton, un torrente de agua, escombros y rocas bajó de la montaña, atrapando autos y dañando garajes. Un flujo rápido de escombros arrastró un vehículo de bomberos de L.A. al océano y cubrió parte de la Autopista de la Costa del Pacífico cerca de Pacific Palisades con al menos tres pies de lodo.
Los temores por los aludes de lodo tras los fuegos son altos desde 2018, cuando una lluvia fuerte golpeó las laderas quemadas y destruyó Montecito, al norte de Los Ángeles. Los aludes dañaron cientos de casas y mataron a 23 personas.
Alaska y Arizona, entre otras partes de EE.UU. afectadas por el mal tiempo
El tifón Halong en Alaska dejó vientos de huracán, marejadas e inundaciones que arrasaron casas. El lunes, murió una persona y dos seguían desaparecidas, con más de 50 rescatados (algunos de tejados).
Autoridades advirtieron de una larga recuperación y de la necesidad de ayuda antes del invierno.
En Tempe, Arizona, una tormenta eléctrica el lunes dejó caer 1,3 cm de lluvia en 10 minutos. La tormenta causó graves daños: arrancó árboles que cayeron sobre autos y edificios, dañó el techo de un complejo y dejó a miles sin luz.
Información: AP
Foto: AP
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